miércoles, 7 de diciembre de 2011

Toda elección implica un rechazo...

A lo largo de la vida tenemos que ir tomando distintas decisiones relevantes. Decisiones que pueden cambiar nuestra vida, nuestro presente y sobre todo, nuestro futuro.

Elegir tus amistades, tus estudios, la persona con la que compartir toda la vida...
Muchas veces me pregunto, qué hubiera sido de mi vida, si en cierto momento hubiera tomado una decisión distinta a la que tomé.  

 La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las opciones o formas para resolver diferentes situaciones de la vida en diferentes contextos: a nivel laboral, familiar, sentimental, empresarial...
La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, y esto implica un rechazo.
A nivel individual se caracteriza por el hecho de que una persona haga uso de su razonamiento y pensamiento para elegir una solución a un problema que se le presente en la vida; es decir, si una persona tiene un problema, deberá ser capaz de resolverlo individualmente tomando decisiones con ese específico motivo.
Muchas veces esas decisiones las tomamos de forma impulsiva y no nos damos cuenta, que una simple decisión puede cambiar el resto de nuestras vidas.
En la toma de decisiones importa la elección de un camino a seguir, por lo que en un estado anterior deben evaluarse alternativas de acción. Si estas últimas no están presentes, no existirá decisión.

Para tomar una decisión, cualquiera que sea su naturaleza, es necesario conocer, comprender, analizar un problema, para así poder darle solución. En algunos casos, por ser tan simples y cotidianos, este proceso se realiza de forma implícita y se soluciona muy rápidamente, pero existen otros casos en los cuales las consecuencias de una mala o buena elección pueden tener repercusiones en la vida.

Piensa.


 

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