Nuestra segunda vida...

Hoy he vuelto a tener un sueño muy raro. Y tras varios días soñando cosas similares, he sentido la curiosidad de informarme.

Los sueños no podemos controlarlos, son simbólicos. Surgen de forma involuntaria, natural y espontánea y representan algo más que su significado evidente.

 Para mi, son como una segunda vida donde tenemos total libertad para hacer todo lo que nos apetezca y deseamos. También muchas veces relacionados con nuestros temores.

Todos hemos tenido la experiencia de irnos a dormir con un problema que parecía no tener solución y que sin embargo al despertarnos nos sorprende el haberlo resuelto fácilmente durante el sueño.

Los sueños permiten acercarnos a nuestro inconsciente. Donde no sólo ocurren cosas que nos han pasado en la realidad, sino que también incluyen pensamientos e imágenes creativas que no provienen de una experiencia pasada consciente.

Soñamos cosas extrañas, como con lugares que no conocemos y que existen, con personas que no hemos conocido y que ya han muerto, que podemos caminar sobre el agua, que hablamos otros idiomas correctamente, que volamos, que nos encontramos con nuestros seres queridos que están lejos de nosotros, todo cosas imposibles en el mundo físico pero que se hacen realidad en los sueños.

Muchas veces me he despertado y he pensado "Con este sueño podría hacer una película y triunfaría más que cualquiera que esté ahora en cartelera".

A veces los sueños nos muestras sucesos antes de que ocurran en la realidad. Con esto no me refiero a tener un poder mental que nos permita saber qué es lo que va a ocurrir, sino es una gran capacidad del inconsciente que nos permite sacar distintas conclusiones.

De los sueños han surgido las hadas, los duendes, las ninfas y todos los seres mitológicos conocidos.

Lo cierto es que los sueños nos ayudan a saber más y a conocernos mejor, podrían ser útiles para resolver problemas y para ampliar nuestra visión de la vida, de nuestra vida.

Así como saber que es lo que realmente queremos, deseamos y tememos.