jueves, 17 de noviembre de 2011


Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.


A lo largo de nuestras vidas tenemos que dar infinidad de explicaciones.
Ya sea a nuestros padres desde que somos pequeños, a nuestros profesores, a nuestros amigos, a nuestros jefes, a nuestras parejas e incluso, muchas veces a los hijos.  

Una explicación suele referirse al hecho de dar una razón, un qué, un por qué, un para qué, el cómo...

Muchas veces una explicación simplemente tiene una función informativa,  para así ofrecer hechos y conceptos de manera objetiva con el fin de que sea mas comprensible.

Otras muchas, hace referencia a una justificación para excusarse por algo que otro haya tomado como una ofensa. Aquí me refiero al hecho de pedir explicaciones.

Sin embargo otras veces, una explicación es simplemente una aclaración.

Estoy segura de que si nos paramos a pensar la cantidad de explicaciones que hemos tenido que dar desde que tenemos uso de razón, no podríamos ni si quiera hacernos una idea de la cantidad de explicaciones innecesarias que hemos dado, así como aquellas que han afectado significativamente en nuestras vidas.

Como he dicho antes, esto ocurre desde que somos pequeños. Principalmente empezando por nuestros padres. ¿Dónde vas? ?Con quién vas? ¿A qué hora llegarás? ¿Por qué has hecho eso? ¿Cómo es él? ¿De dónde es?.. Y un largo etcétera que todos y cada uno de nosotros conocemos... 

Por otro lado, también hemos tenido que dar explicaciones a nuestros profesores... ¿Por qué llegas tarde? ¿Qué te ha pasado en el examen? ¿Qué problema tienes con tu compañero? ¿Cómo vas a solucionar esto?...  Y ahora tenemos que dárselas a nuestros jefes.

También a nuestros amigos... ¿Qué vas a hacer el fin de semana? ¿Por qué no me has llamado? ¿Por qué no me has avisado para quedar? ¿Por qué no sales y te vas con él? ¿Por qué ya no estas con él?...

Por no hablar de las parejas... ¿Dónde has ido? ¿A qué hora llegaste? ¿Por qué estás seria? ¿Qué te pasa? ¿Quién es Antonio? ¿Por qué Marta se ha enfadado contigo? ¿Por qué prefieres hacer esto antes que estar conmigo? ¿Por qué te pones esa falda tan corta?...

Y... ¿a los hijos? ¿También hay que darle explicaciones a los hijos?. Yo todavía no tengo, y supongo que queda mucho tiempo para eso.. Pero después del vídeo que he visto, supongo que tendré que dar mas de una explicación.

Sin embargo, están aquellas personas especiales, a las que nos hace falta ni siquiera dar una explicación. Con tan solo una mirada, un gesto, una sonrisa... sabes lo que está pasando por su cabeza. Y eso, es increíble. 
Aunque supongo que para llegar a ese punto has tenido que dar y recibir mas de una explicación por parte de esa persona.

A mí me pasa con mi madre.
 Sabe cuando he discutido con mi novio o alguna amiga. Sabe cuando tengo dudas o algo ronda por mi cabeza. Sabe cuando es un SI, aunque yo insista diciéndole que NO.
Sabe cuando tengo ganas llorar aunque intente sonreír, sabe cuando necesito un abrazo aunque me cueste darlos y sabe cuando realmente soy feliz.

En fin, yo algún día viviré eso con mi hija, pero espero que no sea tan complicado como el vídeo. Es muy divertido.





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